El Codificador de Video H.264: ¿Magia o Tecnología? Un Vistazo al Futuro

El codificador de video H.264 ha sido uno de los estándares más influyentes y utilizados en la transmisión de video digital desde su introducción. Diseñado para proporcionar una alta calidad de video a bajas tasas de bits, ha sido adoptado por una amplia gama de aplicaciones, desde la transmisión de video por internet hasta la televisión por cable y los discos Blu-ray. Mientras que la tecnología H.264 ha demostrado ser notablemente eficaz en la compresión y transmisión de video, la industria tecnológica nunca se detiene, y las discusiones sobre sus sucesores ya están en pleno apogeo.

Uno de los comentarios destacados sobre el H.264 indica que ha alcanzado un punto óptimo en cuanto a la complejidad y la compresión. Según cornstalks, “Los nuevos códecs comprimen mejor, pero son cada vez más complejos de manera no lineal”. Esto subraya un dilema interesante: aunque los nuevos códecs como H.265 y AV1 ofrecen mejores tasas de compresión, también son mucho más complejos y demandan más recursos de cálculo. Este incremento en la complejidad puede no justificar las mejoras en eficiencia para todas las aplicaciones.

El H.265, también conocido como HEVC (High Efficiency Video Coding), fue diseñado para ser el sucesor del H.264, ofreciendo una mejor compresión y calidad de video. Sin embargo, como señala jpm_sd, “¿Qué pasa con H.265? ¿No se supone que es un paso adelante?”. A pesar de sus mejoras, H.265 no ha sido universalmente adoptado debido a problemas de licencias y su complejidad. Los usuarios a menudo se encuentran con la difícil decisión de optar por la mayor eficiencia de H.265 a cambio de un incremento en los recursos de procesamiento y costos de licencia.

Un aspecto crucial en la adopción de nuevos códecs es la compatibilidad del hardware. Comentarios como los de TimeBearingDown y LeoPanthera destacan la importancia de los codificadores optimizados como x264 y las configuraciones de sintonización específicas de x265 para preservar la calidad del grano de la película. Sin hardware adecuado para soportar estos nuevos códecs, la adopción masiva se vuelve casi imposible. iPhones han soportado hardware para H.265 desde 2016, pero muchos otros dispositivos aún no lo hacen, lo que limita su implementación generalizada.

El futuro de la codificación de video todavía está en juego con la introducción de AV1. Este nuevo códec desarrollado por la Alianza para Medios Abiertos (AOMedia) promete una mejor compresión y está libre de problemas de licencia que han plagado los códecs anteriores. Numerosos comentarios en la discusión destacan la adopción del AV1 por parte de grandes plataformas como YouTube y Meta (anteriormente Facebook), que están favoreciendo a AV1 para la transmisión de video y videollamadas respectivamente. Sin embargo, la codificación AV1 sigue siendo intensiva en términos computacionales, lo que podría obstaculizar su adopción, especialmente en dispositivos más antiguos.

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En cuanto a las aplicaciones específicas, una adopción generalizada de AV1 y H.265 podría estar limitada por el tiempo y los recursos necesarios para re-codificar bibliotecas extensas de contenido. Como destacó rebeccaskinner, “h.265 requiere demasiado tiempo de procesamiento en comparación con los ahorros de espacio”. Para las aplicaciones de transmisión en directo y videoconferencias, donde la latencia es crítica, los tiempos de codificación más altos pueden ser un impedimento significativo.

La patente de H.264 expirará en gran medida para el 2027, lo que podría consolidar su lugar en la tecnología de transmisión de video a pesar de la existencia de códecs más nuevos. Sin embargo, como comenta peutetre, Microsoft y Meta ya están adoptando AV1 en sus tecnologías de comunicación, lo que podría presagiar un cambio más orientado a la eficiencia y la economía. Comparativas de códecs muestran que AV1 puede igualar la calidad de x264 veryslow mientras opera a la velocidad de x264 veryfast, lo que sugiere que a medida que las tecnologías mejoren, la adopción de AV1 podría incrementarse.

En conclusión, la industria de la codificación de video está en un estado de transición. H.264 ha servido bien a la comunidad tecnológica, pero con la llegada de nuevos estándares como H.265, AV1 y VVC (Video Coding Versatile), es crucial que las decisiones sobre qué tecnología adoptar se basen en un balance entre calidad, eficiencia, recursos de cálculo y compatibilidad de licencias. La evolución continuará, y mientras que los nuevos códecs prometen avances significativos, será la industria y los usuarios quienes determinarán cuál emerge como el nuevo estándar para la próxima década.


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